El lector medio (y quien dice medio dice mediano o covariante) de este blog suele tener las ideas muy claras sobre el arte de la política y los parámetros de lo que constituye una gestión pública de calidad, lo que le induce a acariciar en secreto la idea de hacerse con el control de un país y, cual si fuera una partida de Civilization, regir sus designios de una manera racional y no lo que se ve hoy en día por ahí. Lamentablemente, la "primavera árabe" ha reducido de manera drástica el número de países en los que la población se deja gobernar sin hacer uso de conceptos tan curiosos como la rendición de cuentas, la participación democrática, etc. Sin embargo, Iyad Elbaghdadi en su "Guía del Tirano Árabe" se dedicó a recopilar excusas utilizadas por estos gobernantes tan pintorescos que pueden ser usadas en situaciones muy variadas y no necesariamente relacionadas con el dominio sobre un país de mayoría musulmana: la jefatura en un departamento de una organización, la dirección de una asociación o un colegio profesional, ...
Mis favoritas:
"Diga que “recibió el mensaje” y “que actuará en consecuencia pronto”. No mencione qué significa “pronto”
"Ud. nunca quiso ser un dictador. Su servicio al pueblo lo demuestra."
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