jueves, 30 de agosto de 2007

BERRIDO

Han causado estupor entre los aficionados a la literatura de ciencia-ficción ubicados en la capital de Austria, Viena (ciudad conocida por su concierto de Año Nuevo y por el archifamoso “pan de Viena” que, aunque está menos rico que el “pan de Cádiz”, es más asequible económicamente y tiene menos calorías) las palabras proferidas por el escritor de novelas de a duro (o de a florín) de ciencia-ficción Maximilliam Ginsberg que, en el transcurso de una cena de rendido homenaje por parte de los coleccionistas de su conocida serie de novelas “La saga de los Mayerling” se dirigió a los asistentes al parecer un poquito achispado y les espetó a voz en grito y con los ojos fuera de sus órbitas el siguiente

BERRIDO



He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por el fandom, anhelantes histéricas desnudas
arrastrándose por librerías de segunda mano de barrios chungos en busca de un resto de edición deteriorado
frikis angelicales ardiendo por la antigua conexión celestial con la dinamo estelar en la maquinaria de la noche
que pobres malvestidos ojerosos y puestos se sentaron fumando en la oscuridad sobrenatural de pisos sin agua caliente flotando sobre las cimas de las ciudades en la contemplación de música electrónica
que desnudaron sus cerebros al Cielo bajo el El y vieron ángeles mahometanos a trompicones sobre azoteas iluminadas
que pasaron por politécnicas con radiantes ojos imperturbables alucinando con la UPC y tragedias propias de Blake (los 7) entre los eruditos de la guerra (de las galaxias)
que fueron expulsados de los círculos académicos por chiflados publicar fanzines en los ventanales craneanos
que se acurrucaron en paños menores en habitaciones desconchadas puliéndose su dinero en merchandising y sintiendo el Terror a través de los muros
que fueron arrestados por traerse de contrabando un lote de películas de Paul Naschy de "Forbidden Planet"
que comieron fuego en cenas de Hispacones o bebieron trementina en la Asturcón, muerte o sometieron sus torsos al purgatorio de noches de Estelcon,
con sueños, con colocones, con pesadillas que te despiertan, alcohol y pollas (en vinagre) y juergas sin fin
incomparables callejones de nubes estremecedoras y relámpagos mentales saltando hacia los polos de Gijón y Getafe, iluminando el mundo inmóvil del Tiempo intermedio
solideces de peyote de salón, amaneceres de cementerio de árboles verdes de jardín, embriaguez de vino sobre los tejados, barrios comerciales de teterias semáforos parpadeantes, vibraciones de sol, luna y árbol en los rugientes atardeceres invernales de Gigamesh, peroratas en torno a un cenicero y la suave luz que reina en la mente
que se encadenaron al metro para el interminable trayecto desde “Miraguano” hasta “Elektra Comics” con litronas hasta que la escandalera de mangakas y lectores de Harry Potter les hizo caer temblando con la boca dislocada y yermos de cerebro completamente drenados de brillo bajo la lúgubre luz de El Corte Inglés.

Como es natural, nadie se enteró de qué quería decir ni tenían claro de si debían enfadarse por ello o no. ¡Criaturas!


(La poesía "Berrido", evidentemente parodia de "Howl" de Allen Ginsberg, fue nominada al premio Ignotus a la mejor poesía en la Hispacón de Almería, no por su calidad literaria sino más bien por la escasez de competidores y la brasa que su autor no tuvo el menor apuro en dar en listas de correo y este propio blog. Como miembro de la junta directiva de la asociación y habiendo hecho los escrutinios anteriores tenía todas las papeletas para que, además de pegar los monolitos para su entrega en la cena de gala me tocase otra vez hacerlo en la Hispacón de Almería. Sin embargo, dado que los otros miembros de la junta directiva también estaban nominados se decidió confiar en mi acrisolada integridad y me tocó igualmente ponerme a cargar papeletas. Y además ver cómo se iban sumando las papeletas que no iban a para a mi poesía sino a las que competían con ella)

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FELIZ DIA DE LOS INOCENTES

 Ya le habréis echado un vistazo a StardustCF , ¿no? Que las imágenes son la mar de bonicas ... ¡Feliz 2024!